domingo, 5 de agosto de 2012

Mis Manos

La sombra de un oscuro pincel 

en la tinta del pintor sin riel.

Odio mis manos, odio mi ser

odio el cariño que me ha de coger.


Con aquel delgado instrumento

al que ya mencioné,

escribo lamentos en el viento

al que detuve para ver

si la mancha seguía hay

pero con tantas sombras 

no la vi.


Su sangre sube los muros

y en las cortinas se guardan

mientras yo escribo en rumbos.

Un asesino que no mata.


Y con la sombra de un pincel

en la tinta de desnuda piel

aquel que odia su mano odia su ser,

no tiene cavidad para otra mano coger.

 ~o~ 

Angelo Blanco, 09 de diciembre del 2009

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