martes, 24 de abril de 2012

Oda a la Mar

Es ligera

pues el viento la lleva,

la balancea

hacia las piedras.


Es pura

pues en ella se refleja

el color del cielo

en un largo lienzo.


Se oye como un orgasmo

y se extiende por el aire

haciéndose disuelta

y vuelve a retirarse.


Con cada golpe

un espasmo

como si intimasen

en sus brazos.


De azul es su piel

como un fino mantel

que cubre hasta los pies

a la Tierra en su vejes.


Es títere de la luna

esta la maneja

como una burda criatura

que entre olas se queja.


La mujer más vieja del mundo

íntima madre de la vida, de ella anuncio


~o~

Angelo Blanco, 15 de Septiembre del 2009

La sombra de la cruz

Mira aquella sombra

que cuelga de la cruz

jugando a ocultar

y a espantar a la luz.



Yo siento en la noche su mirar

alumbrando su paso con oscuridad

Desde mi ventana no hallo seguridad.



Parece que el sol escapa de ella

mientras esta la desangra

y cubre el cielo de una roja tela.



La oscura sombra

tapa toda la luz

mientras tu me atas

como un asno a esa cruz.



Y así quedo sólo y vago

atrapado en el infierno

y lleno de criaturas

estoy rodeado.


~o~


Angelo Blanco, 09 de noviembre de 2009.

viernes, 20 de abril de 2012

Un beso


El viento huye de Dios

entre blancas cortinas de arroz

entonces logro verte entre la luz

escucho su nombre que es como el sur


Mis lagrimas caen al son

de una amarga canción.

De blanco se tiñe mi voz

y se ve que quiere interrumpir el sol.

ella seca mi rostro

y me abrasa contra su torso

bebe de mis pálidos labios

y ríe entre cada inhalo.


~o~

Angelo Blanco, 10 de Diciembre de 2009

Verte


Su cabello se derrama

como agua sobre su cama

y su cuerpo reposa

entre mil sabanas y sombras.


El silencio esta presente

se oye, se oye fuerte

y la luna la usa de fuente

para derramarse por su frente.


Sus ojos yacen inertes

y mis labios ardientes;

los suyos de un rosa fuerte

los míos de un rojo a muerte.


La luna tiende

sobre su cuerpo, un manto

liso y transparente

de un azul-blanco.


Por mi la raptaría de Dios,

la ocultaría bajo sombras,

me quedaría con su voz

entre todas las cosas.


Un beso limita

mis palabras;

mis labios que beben de los tuyos,

los tuyos que despejan mi cama.


Tus ojos despiertan

me miras y te inquietas,

mas no me vez.

Sólo quiero rozar tu piel.

~o~

Angelo Blanco, 11 de Septiembre de 2009

Huele a otoño


Ya huele a otoño.

El cielo se nubla,

el silencio deja sordo

a mis oídos en tumba

y en el beso, y en tus ojos.


Ya huele a otoño

y que sólo el roce

que entre nosotros.


Ya huele a otoño

en la tarde.

Que no se nublen mis ojos

ni esta imagen

de un día hermoso.

~o~

Angelo Blanco, 5 de marzo, 2010

Aquella mañana fría


La mañana parece tan fría.

La niebla acaricia mi piel

como queriendo arrastrarme

entre sus cortinas de miel.

Aquella mañana cedía de pensar,

sólo el silencio se podía apreciar.


La mañana parece tan fría.

Mi piel esta pálida como el viento.

Me parece ser abrazado por esta corriente,

ente sus cortinas me estoy metiendo.

Como el pincel de un pintor

la niebla se mueve a mi alrededor.


La mañana parece tan fría

que en mis labios se refleja el cielo,

de un blanco gris,

de un blanco entierro.

Con la falda de la nieve.

Ya la melodía incandescente.


Aquella mañana parecía tan fría

pero el aire daba calor y cariño

así como un beso y una cosquilla

aquella mañana fría.

~o~

Angelo Blanco, 18 de agosto del 2009

Soplo de olivo


Sopló lejos una hoja

y sintió que flotaba en el vació;

extrañaba aquella rama de olivo

que con tal ternura la había acogido.


Su suerte iba con el viento;

la corriente fría la azotaba

y el obscuro borde la quebraba

en el baile de un cruel movimiento.


Llevaba meses volando sola:

la inmensidad de las nubes

ella las conocía de sobra.

En la soledad tremenda

ella se sostenía casi roja.


Por cerca del sol paseaba,

su frágil cuerpo casi lo rozaba.

Su existencia era una cuestión,

ella la sentía pero cree que todo es una ilusión.


Su vida se fue acabando:

muy seca y vieja se estaba quedando.

Paso tiempo y sobre el suelo, el viento la posó;

había visto las nubes, había tocado el sol

cuando todo esto pasara, ella sola se rompió


~o~

Angelo Blanco, 27 de Octubre del 2011

Tarde en el hospital


Sobre el campo el agua mustia,

cae fina, grácil, leve;

con el agua cae angustia:

llueve ...


Y pues solo en amplia pieza

yazgo en cama, yazgo enfermo,

para espantar la tristeza

duermo ...


Pero el agua he lloriqueado

junto a mí, cansada, leve.

Despierto sobre saltado:

llueve ...


Entonces, muero de angustia

ante el inmenso panorama,

mientras cae el agua mustia,

pienso.




~o~
Carlos Pezoa Véliz, Chile

Soneto VI


Todo en mi vida es un presentimiento.

Soy como una hoja medio desprendida

que ya la agita, sin llegar el viento;

hoja temblorosa y conmovida.


Amo, sin verla, clara imagen pura;

y mis ansias, mi angustia y mi tristeza,

sólo escupen y buscan en la dura

realidad de la vida a la belleza.


Yo sabré quien espera y quien me llama

animando el misterio y escondida,

cuando esta fiebre que a mi ser inflama.


Ciña, por fin, la forma apetecida.

De amor humano hacia el amor divino,

voy labrando, sin tregua, mi camino



~o~
Pedro Prado, Chile

Poema oculto

Hay un poema de ceniza

que cantaría si supera

que no se va contigo toda

que no se va, no te lleva.


Hay un poema que me guardo,

porque contigo se queda.

Si lo escribiera tu te irías

en la ceniza del poema


Hay un poema que me tiene

triste de ti, porque te quiero

porque él estoy cantando

mientras te guarda tu silencio




Hay un poema de ceniza

que si lo digo te llevara,

y este recuerdo se me iría

y morirías si cantara.
 


 ~o~
Julio Barrenechea, Chile