viernes, 20 de abril de 2012

Verte


Su cabello se derrama

como agua sobre su cama

y su cuerpo reposa

entre mil sabanas y sombras.


El silencio esta presente

se oye, se oye fuerte

y la luna la usa de fuente

para derramarse por su frente.


Sus ojos yacen inertes

y mis labios ardientes;

los suyos de un rosa fuerte

los míos de un rojo a muerte.


La luna tiende

sobre su cuerpo, un manto

liso y transparente

de un azul-blanco.


Por mi la raptaría de Dios,

la ocultaría bajo sombras,

me quedaría con su voz

entre todas las cosas.


Un beso limita

mis palabras;

mis labios que beben de los tuyos,

los tuyos que despejan mi cama.


Tus ojos despiertan

me miras y te inquietas,

mas no me vez.

Sólo quiero rozar tu piel.

~o~

Angelo Blanco, 11 de Septiembre de 2009

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