Su cabello se derrama
como agua sobre su cama
y su cuerpo reposa
entre mil sabanas y sombras.
El silencio esta presente
se oye, se oye fuerte
y la luna la usa de fuente
para derramarse por su frente.
Sus ojos yacen inertes
y mis labios ardientes;
los suyos de un rosa fuerte
los míos de un rojo a muerte.
La luna tiende
sobre su cuerpo, un manto
liso y transparente
de un azul-blanco.
Por mi la raptaría de Dios,
la ocultaría bajo sombras,
me quedaría con su voz
entre todas las cosas.
Un beso limita
mis palabras;
mis labios que beben de los tuyos,
los tuyos que despejan mi cama.
Tus ojos despiertan
me miras y te inquietas,
mas no me vez.
Sólo quiero rozar tu piel.
~o~
Angelo Blanco, 11 de Septiembre de 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario