Te extraño, que es esa palabra, si cuando la vez no quieres ni acercarte. Su pelo rizado te ha cautivado y ahora no quieres sigilar ese perfume que te volvió loco. Te extraño, si supiera que la extraño quizás seria distinto, pero no, estoy aquí ahogándome con este orgullo y no quiero verla nunca más.
La vi esa vez y me sentí especial:
-Hola
-Hola, ¿Cómo estas?
-Bien.- Mentira, estaba sufriendo por él, por ese hijo de perra y ahora lo veo.
Pasaron los días y cada vez más cerca del fatal final, pero quien me iba a advertir.
La cercanía ya era inevitable, con cada beso, y otro y otro no logre darme cuenta de que aun estaba él hay y no podía hacer nada para que se fuera.
La ironía es que nunca debí estar allí donde estaba, solo estaba perdiendo mi tiempo.
La vi de lejos y supe que algo estaba mal, no me tomo mucho tiempo para darme cuenta que era él y que siempre fue él lo que a ella siempre le importa. Derramo su rostro pero no me importo, ella me había traicionado, pero eso era lo menos importante, lo mas importante era estar con el, claro estaba, entonces yo me recogí y nunca más le alcé la vista.
A veces suelo mirar sigilosamente sin que ella me sorprenda. . . la extraño.
~o~
Angelo Blanco, 06 de Septiembre del 2012
